Los Grandes del Rioja no han defraudado. Ha sido un gran paseo el que los aficionados al vino se han podido dar estos días en Riojafórum. Un centenar de caldos riojanos listos para catar y disfrutar. Sin duda alguna, las mañanas han sido más tranquilas que las tardes. Demasiada aglomeración en torno a la mesa. Quizá sería bueno modificar la disposición para futuras citas y repetir la experiencia más a menudo.
Independientemente del pago de un puñado de euros por tener acceso a estos vinos, merece la pena. Pagando o si pagar. Lo que se ha vivido en Riojafórum ha sido un lujo para los sentidos. Grandes vinos, desde blancos a tintos. Etiquetas tradicionales y novedades interesantes. Resulta difícil o imposible quedarse con alguno de ellos.
Entre esos vinos, clásicos como Roda, que nunca defrauda; Gaudium, muy interesante; Arvum, de Bodegas Escudero, ha sido una de las sorpresas; Moraza, La Emperatriz, en tinto, como en un blanco muy agradable al paladar; Alabanza también ha sido una sorpresa, con su Selección 2005; Íporos, Siera Cantabria,... prácticamente cualquier vino de San Vicente; Mirto,... o El Bosque, quizá el preferido de los concurrentes, a tenor de cómo desaparecían sus botellas.
Y otros muchos más, aunque bien es cierto que no se pueden catar muchos, porque a partir de un determinado número la boca no aguanta. De cualquier forma, que se repita lo antes posible. Citas de este tipo refuerzan el sentido de Rioja y muestra un porcentaje de la variedad que puede ofrecer al consumidor final.
Independientemente del pago de un puñado de euros por tener acceso a estos vinos, merece la pena. Pagando o si pagar. Lo que se ha vivido en Riojafórum ha sido un lujo para los sentidos. Grandes vinos, desde blancos a tintos. Etiquetas tradicionales y novedades interesantes. Resulta difícil o imposible quedarse con alguno de ellos.
Entre esos vinos, clásicos como Roda, que nunca defrauda; Gaudium, muy interesante; Arvum, de Bodegas Escudero, ha sido una de las sorpresas; Moraza, La Emperatriz, en tinto, como en un blanco muy agradable al paladar; Alabanza también ha sido una sorpresa, con su Selección 2005; Íporos, Siera Cantabria,... prácticamente cualquier vino de San Vicente; Mirto,... o El Bosque, quizá el preferido de los concurrentes, a tenor de cómo desaparecían sus botellas.
Y otros muchos más, aunque bien es cierto que no se pueden catar muchos, porque a partir de un determinado número la boca no aguanta. De cualquier forma, que se repita lo antes posible. Citas de este tipo refuerzan el sentido de Rioja y muestra un porcentaje de la variedad que puede ofrecer al consumidor final.
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