jueves, 24 de enero de 2008
Laurel: una sensible mejoría
Hace unos días tuve la oportunidad de volver a pasear por la famosa calle Laurel del Logroño y disfrute como hacía tiempo (entre otras cosas porque había pasado demasiado tiempo de la última ronda). Es una enorme satisfacción poder degustar una enorme variedad de vinos, muchos ellos de gran calidad. Por ejemplo, degustar un Roda (uno de mis preferidos) con un buen plato de jamón ibérico delante. Siempre he pensado que el Laurel es uno de los mejores 'centros comerciales' del mundo (sólo le falta la cúpula de cristal) y que debía ser un escaparate del vino que se elabora en Rioja, que en los últimos años ha apostado por la calidad en el caso de muchas bodegas. Me congratula que todos aquellos que no son de la capital pueden disfrutar de un paseo por una calle que si estuviera en Estados Unidos o en Francia (afortunadamente no es así) sería conocida a nivel mundial y lugar de peregrinación.
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